Polémica en Bélgica por la comercialización de un ?kit? de eutanasia

(Aceprensa, 11 de mayo de 2005). Pretende facilitar la práctica de la eutanasia a domicilio, como ya se hace en casi la mitad de los casos.

En 2002 Bélgica se convirtió en el segundo país del mundo en legalizar la eutanasia, después de su vecina Holanda. La ley ha creado una demanda y un mercado de productos para causar la muerte indolora. Los laboratorios Multipharma han respondido lanzando en abril un "kit" comercial con el que los médicos pueden aplicar la eutanasia. La iniciativa ha suscitado una polémica con aspectos un tanto kafkianos.

El "kit" cuesta 45 euros y contiene dosis de pentothal sódico (un potente somnífero que va parando suavemente el corazón), norcuron (un relajante muscular de acción muy rápida), suero para disolver los medicamentos anteriores e instrumentos auxiliares como catéteres, jeringuillas, agujas normales y de perfusión.

Las condiciones para comprar un "kit" pretenden ser estrictas, de acuerdo con la ley. Los médicos deben hacer el pedido por escrito con 24 horas de antelación. Una vez utilizado, tienen que devolver a la farmacia las dosis sobrantes, para que sean destruidas. Así se pretende evitar que circulen esos productos altamente peligrosos.

La razón de ser del kit, según el diario "La Libre Belgique", es que "de las 259 eutanasias oficialmente declaradas y practicadas en los primeros 15 meses de la ley que autorizó esta práctica, el 41% tuvieron lugar en el domicilio de la persona enferma" y "un 5% en residencias de mayores". Por tanto, casi la mitad de las eutanasias se han realizado fuera de los hospitales.

Sin embargo, muchos médicos habían manifestado encontrar dificultades para obtener los productos necesarios. La insistencia del Partido Liberal Flamenco (VLD) en la propuesta que presentó en septiembre ante el Senado para ampliar la actual ley de eutanasia, y en la que se pide entre otras cosas que los productos necesarios se puedan adquirir fácilmente en farmacias, ha recibido el respaldo de los llamados Médicos Leif (Foro de Información para poner Fin a la Vida, en sus iniciales neerlandesas), que llevaban tiempo pidiendo esta reforma.

Pero el "kit" de Multipharma ha creado polémica porque es ilegal. Según el reglamento vigente, está prohibido dispensar los productos para practicar la eutanasia en paquetes de menos de diez unidades. El nuevo "kit" contiene solo tres, los suficientes para matar a dos personas, más una dosis de reserva. La comisión oficial de control creada por la ley ha pedido reiteradamente que se facilite el acceso a tales productos suprimiendo el mínimo, pero el Parlamento ha venido demorando el cambio. Multipharma ha decidido desafiar la legislación vigente, lo que el Colegio de Farmacéuticos ha interpretado como una maniobra publicitaria, pensada para alcanzar notoriedad.

Un portavoz de Multipharma ha replicado que el lanzamiento del "kit" obedece a una necesidad real: "Cada vez hay más pacientes que desean morir en la tranquilidad de sus casas en vez de en los hospitales, y tenemos que respetar su derecho facilitando la tarea de los médicos que les asisten".

Una vez provocada la polémica, Multipharma ha acabado plegándose al reglamento. Ha retirado los "kits" de tres dosis y los ha sustituido por otros de diez, con la consiguiente subida de precio hasta el doble del original. En el cambio de política ha influido la reacción de una asociación de farmacéuticos, APB, que ha hecho presión ante las autoridades para que parasen la iniciativa de Multipharma. Entre otras cosas, porque la APB planeaba entrar en el mercado de la eutanasia con un "kit" propio, de diez dosis.

La ley belga contempla la posibilidad de realizar la eutanasia tanto en el hospital como en el domicilio del paciente, siempre que el interesado padezca "un sufrimiento físico o psíquico constante e insoportable" a consecuencia de una "afección accidental o patológica incurable" y "se encuentre en una situación médica sin salida". El paciente debe haberlo pedido reiteradamente. De esta forma un médico generalista puede dirigirse a una farmacia para comprar los productos y material necesarios.