La familia de Terri Schiavo acuerda que se le practique la autopsia
(ABC, 30 de marzo de 2005). Después de casi ocho años de rifirrafes judiciales y un encono que se convirtió en batalla política y moral en todo Estados Unidos tras la decisión, hace hoy 13 días, de retirarle la sonda que la mantenía con vida, los padres y el marido de Terri Schiavo se pusieron finalmente de acuerdo en algo.
Tras una muerte que se cree inminente, a la mujer que lleva 15 años en estado de coma se le practicará una autopsia para determinar la amplitud del deterioro que ha alimentado la disputa. Mientras la mayoría de los médicos y el marido creen que es irreversible y que lo mejor es dejarla morir, los padres, algunos médicos y representantes del Partido Republicano consideran que la recuperación no es imposible y que, en cualquier caso, es mejor mantenerla con vida.
George Fellos, el abogado de Michael Schiavo, marido y custodio legal de una mujer que a causa de los excesos de su dieta alimenticia para perder peso redujo drásticamente su cuota de potasio y sufrió un paro cardiaco que dejó su cerebro sin oxígeno y con daños al parecer irreversibles, anunció que su cliente no se opone a que se celebre la autopsia. El abogado dijo a la agencia AP, tras pasar por el hospicio donde la existencia de Terri Schiavo se apaga: «No vi ninguna señal de malestar ni nada parecido», aunque sí indicó que la respiración «parecía algo más rápida», y que los ojos (que la mujer mantiene abiertos) estaban hundidos.
David Gibbs III, abogado de los padres de Terri Schiavo, también manifestó el interés de la familia en que ahora que se han agotado los cauces judiciales no se dejen sin explorar todos los recovecos médicos que acaso sólo una autopsia puede esclarecer.
Un grupo de manifestantes se congregó el lunes junto a la verja de la Casa Blanca para reclamar una intervención extraordinaria del presidente GeBush. También los padres de Terri Schiavo volvieron a pedir al presidente y a su hermano, Jeb Bush, gobernador de Florida, que hicieran uso de sus prerrogativas para ordenar la reinserción de la sonda que llevaba directamente al estómago de la mujer alimento y líquidos. Pero portavoces de la Casa Blanca señalaron que ambos han agotado sus capacidades legales y no hay nada más que puedan hacer.
Mañana podría morir
Los médicos aseguraron que una vez le fuera desconectada la sonda, la mujer podría sobrevivir un máximo de dos semanas, plazo que se cumple mañana. La policía ha acordonado el hospicio donde se encuentra Terri Schiavo y una escuela cercana cerró sus puertas por temor a incidentes, aunque cuando agotaron la vía judicial, el pasado fin de semana, Rorbert y Mary Schindler pidieron a sus partidarios que regresaran a sus casas.